Se estima que cambiamos las ventanas una vez en nuestra vida, debido a su larga duración, así que es una decisión que se debe tomar con calma y de forma segura que nos afectará tanto a nivel económico como a calidad de vida.
Pregúntate estas cuestiones:
- Si te acercas a la ventana, ¿notas aire frío o corriente de aire?
- ¿Tu recibo de la calefacción ha subido más allá de las subida de la luz?
- ¿Hay alguna grieta en los marcos de la ventana?
- ¿Produce condensación en invierno?
- ¿Ha aparecido moho en las esquinas?
- ¿Tus ventanas tienen más de 25 años?
Si alguna respuesta es afirmativa, ha llegado el momento de cambiar las ventanas.